domingo, 25 de enero de 2009

RAFAELA LILLO


NIÑO NEGRO


Nadie había en la calleja
- tarde de sol desterrado-
sólo estaba el niño negro
con un caballo en la mano.

Pelo negro, ojos negros,
ojos y pelo marcados.

Nadie juega en la calleja.
Lágrimas de desencanto.
Llorando está el niño negro
- el sol no quiere mirarlo .
Llorando está porque sabe,
igual que sabe el caballo,
que la soledad es negra,
negra como pozo amargo,
y negra quema la espuela
cuando espolea sangrando.

Pelo negro, ojos de duelo,
llanto negro, llanto agrio.

Cuando se dobla la esquina
los niños blancos jugando.

Rafaela Lillo

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